La primera vez siempre sangras y duele

Si bien es cierto que algunas personas con vagina sangran durante el sexo, definitivamente no es un hecho. Muchas personas con vagina no sangran la primera vez que tienen sexo y tampoco es cierto que las vaginas se “aflojan” con el sexo.

El dolor y el sangrado durante la primera relación sexual no ocurre en todos los casos y suele estar relacionado a falta de lubricación.

El himen no es una película delgada que protege toda la entrada vaginal; en realidad el himen es un trozo delgado de tejido membranoso que rodea parcialmente la abertura vaginal, a menudo (pero no siempre) en forma de media luna. Así, además de su diversidad de formas es importante mencionar que, durante la pubertad, el himen se vuelve mucho más elástico de lo que usualmente es. Por ello durante la primera relación sexual con penetración es usual que el himen no se rompa,  sino que se estire.  

Otra situación que también puede ocurrir con el himen es un desgarro, y esto puede darse por todo tipo de razones, incluidas el deporte,  la inserción de un tampón o, sí, el sexo cuando no hay una adecuada lubricación. Es muy difícil, y a menudo imposible, determinar si un himen se ha desgarrado en el pasado. ¡O incluso, ¡posiblemente nunca se rompan! Recuerda que el himen es elástico, ¡imagínalo como una banda elástica para el cabello! Diferentes tamaños, rugosidad, elasticidad y resistencia.

Ahora bien, aspectos como el dolor o el sangrado también tienen una explicación.  A muchas niñas se les ha enseñado que su “primera vez” será dolorosa e involucrará sangre. Es comprensible que esto ponga nerviosas a muchas personas, lo que conduce a músculos más tensos durante las relaciones sexuales y falta de lubricación. Es esta reacción física la que puede causar algo de sangrado vaginal y dolor.  Pero hay muchas maneras de evitar esto: ir despacio, dar caricias por diferentes partes del cuerpo, usar un poco de lubricante y  pregúntale a tu pareja cómo se siente, coméntale cómo te sientes y vayan a su propio ritmo, la penetración no  tiene que ser el objetivo final, disfruten cada momento. De esta manera se puede lograr que el encuentro sexual sea más placentero para ambas partes.

Recuerda, si el dolor o el sangrado persisten o son muy intensos consultar con un especialista